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Planta de sandía amarilla Luteo F1

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Planta de sandía amarilla F1 Luteo en maceta de 10 cm

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Plántula de sandía amarilla Luteo F1 en maceta de 10 cm

Variedad muy original, de ciclo temprano, con frutos ovalados de pequeño tamaño, que alcanzan un peso de unos 3-4 kg.

Tiene la piel de color verde claro con vetas oscuras. La pulpa es amarilla, muy agradable, dulce y jugosa. Planta productiva (3-6 frutos por planta), de vigor medio, apta también para el cultivo en invernadero. Los frutos maduran unos 60-70 días después del trasplante.

El momento ideal para la recolección se destaca al observar el color de la cáscara que en las sandías maduras se vuelve más clara y opaca, mientras que el pedúnculo se encoge perdiendo la mayor parte del pelo.

CÓMO CRECER MEJOR

EXPOSICIÓN: La sandía necesita exposición total al sol.

TEMPERATURA: A la sandía le encanta el calor, con temperaturas ideales para el crecimiento entre 24-30° durante el día y 15-20° durante la noche. Cuando las temperaturas superan los 32° durante varios días, las flores caen sin dar frutos. La planta sufre un estrés severo por debajo de los 8° y puede morir a los 0°, por lo que es fundamental protegerla con nailon o tnt en los trasplantes más tempranos. Las temperaturas inferiores a 16° en floración limitan la actividad de las abejas (como los vientos fuertes) y pueden inducir un retraso en la polinización.

SUELO: La sandía es una planta muy adaptable a diferentes suelos, prefiriendo los muy fértiles, ricos en materia orgánica, bien drenados. Le gustan los pH preferiblemente entre 5-6, pero también crece bien alrededor de pH 7. En suelos arcillosos ricos en potasio suele alcanzar los niveles de calidad más altos. En la preparación del suelo es importante trabajar en profundidad (30-40 cm), lo que en suelos de textura media y fuertes conviene adelantar al otoño antes del cultivo, con la preparación de parterres elevados que faciliten el drenaje del agua. . Es recomendable esperar 4 años antes de trasplantar sandía (u otras cucurbitáceas) en la tierra donde se cultivó previamente. Es imprescindible utilizar las plantas injertadas si no es posible respetar el tiempo de rotación correcto.

TRASPLANTE: Distancias: la sexta recomendada para las variedades clásicas grandes es de 80-100 cm en las hileras y 150-200 cm entre hileras, mientras que las mini Cometa y Luteo se trasplantan a una distancia de 50 cm en la hilera y 150 cm entre hileras. las filas Utilizando plantas injertadas de variedades de frutos grandes y cultivándolas en suelos muy fértiles y bien fertilizados, es posible trasplantar a una distancia de 150 cm entre hileras y 300 cm entre hileras.

Época: la siembra de la sandía va desde finales de marzo (protegido con nailon) hasta junio. De mediados de abril a mayo es el período más propicio para el trasplante en los llanos, junio en las altas colinas y montañas.

FERTILIZACIÓN: Fertilización básica: la sandía aprovecha considerablemente una fertilización básica orgánica muy rica, con estiércol maduro (o estiércol y gallinaza o compost), posiblemente distribuida en el otoño anterior al cultivo. Si realiza la fertilización básica solo cerca de la plantación, distribuya una cantidad abundante de sustancia orgánica en el hoyo (estiércol maduro o estiércol, vinaza y compost o gallinaza) 2-3 semanas antes del trasplante, junto con un fertilizante NPK rico en potasio. (por ejemplo, NPK 1-1-3 o 2-1-3, importante en suelos que suelen producir vegetales poco sabrosos). En suelos deficientes en este elemento, el potasio endulza la fruta.

Fertilización de cobertura: 3 semanas después de la fertilización inicial, se podrá intervenir con abono mineral NPK (1-3-1 si la planta crece vigorosa, o 3-2-1 si la vegetación es achaparrada). Durante el crecimiento de los frutos, un par de aplicaciones con un fertilizante rico en potasio (por ejemplo, 1-1-3) favorecerán un buen nivel de azúcar.

Fertilización de emergencia: es importante en los casos en que el crecimiento de las plantas se detenga por estrés ambiental o deficiencias nutricionales. Consiste en regar las plantas con estiércol macerado en agua (o estiércol de ave macerado), semanalmente, hasta el reinicio de las plantas.

RIEGO: La sandía necesita riegos regulares durante todo el ciclo de cultivo. Siempre es fundamental evitar el estancamiento, dejando secar la tierra en la superficie antes de cualquier intervención. Se suele regar 2-3 veces por semana: la frecuencia y la cantidad varían según las características del suelo, el estado de desarrollo de las plantas y la tendencia climática.

8021849003733

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