En el imaginario colectivo, enero evoca un poco el temido lunes. Esa especie de poca emoción que nos acompaña en nuevos retos y que a la vez nos deja un poco de aprensión ligada a la noticia.

Entonces, ¿cómo intentar que estas dos emociones coexistan en equilibrio? Una actividad verde que puede ser motivo de satisfacción a largo plazo.

Enero es el mes del semillero, tómate un momento para elegir y seleccionar tus semillas y prepáralas en el refugio de tu casa para verlas brotar en los próximos meses.

Prepara una mezcla de tierra con Humus al 10%, con la que llenarás tarros teniendo cuidado de no aplicar demasiada presión, inserte las semillas teniendo en cuenta que la profundidad debe ser del doble del tamaño de la semilla, mojar con el pulverizador y, si es necesario, para mantener el calor y la humedad cubrir con film.

Ahora elija un lugar cálido y luminoso en su hogar para colocar su semillero. Un estante en la sala de estar, un estante en el calor del baño, el rincón de hierbas en tu cocina.

Recuerda que cuando las plántulas estén bien formadas y tengan un sistema de raíces desarrollado puedes trasplantarlas a tu jardín vertical.

Disfruta de este momento, en la tranquilidad del hogar contempla tu resultado.

Aquí hay algunos ejemplos de semillas que puede utilizar en este período: rúcula, albahaca, lechuga, acelga, cebolla, cebollino, espinaca, perejil.

Buen comienzo de GardenStuff.