A todos nos encantan las primeras flores de los meses de primavera. Pero algunos de estos deben comenzar en el otoño para producir esos hermosos pétalos. Las flores de narciso y el tulipán encabezan esta lista.

El narciso debe su nombre al mito griego de Narciso, el joven hijo de la ninfa Liriope y el dios del río Cefiso que, rechazando el amor de todos, se enamora solo de sí mismo. Cuenta la leyenda que un día, para admirarse dentro de un cuerpo de agua, se cayó y su cuerpo se transformó en la conocida flor amarilla.

Sorprendentemente de bajo mantenimiento, los narcisos son fáciles de cuidar. Una vez que les haya proporcionado el escenario perfecto, tendrá años de flores.

Su floración se produce en los meses de primavera, entre los meses de marzo y junio, posteriormente, en los meses de otoño, se ha plantado correctamente.

Se puede cultivar fácilmente tanto en exterior, en un jardín como en un balcón y dentro de tu casa en una maceta adecuada. No requiere una atención especial ya que es una flor que apenas se enferma y además requiere muy poca agua y esto la hace adecuada incluso para quienes no tienen un pulgar verde particular.

Sus bulbos deben ser enterrados a una profundidad de unos 3 cm y si se planta más de un bulbo debe haber una distancia entre uno y otro de al menos 25 cm.

El suelo ideal para un narciso no solo debe ser fresco y bien abonado sino también bien drenado y si decides plantarlo en interior, puedes elegir cualquier tipo de suelo al que puedas añadir arena para aumentar el drenaje de la flor.

Requiere una buena exposición al sol, sobre todo durante la época de floración y a diferencia de otras flores no necesita mucha agua, de hecho hay que tener cuidado de no regarla más de lo necesario para no crear estancamiento.

Ahora hablemos del tulipán: cultivo similar al narciso, plantado en otoño y floreciendo en primavera. Recuerda elegir un buen jarrón, colocar piedras y guijarros en el fondo para evitar el estancamiento y colocar los bulbos a una distancia de al menos 10-15 cm entre sí.

¿Sabías que la rosa no es (solo) el símbolo del amor? Quizás pocos sepan que en realidad la flor que representa el verdadero amor es precisamente el tulipán; es la flor perfecta para expresar una auténtica declaración de amor. Una leyenda popular, de hecho, cuenta que esta flor nació de la sangre de un joven que se suicidó por una decepción amorosa.

Los tulipanes no solo son hermosos, ¡algunas variedades son comestibles! Parece que su sabor es delicioso y se acerca al de la lechuga con un toque picante. Algunos bulbos también se pueden utilizar como sustitutos de las cebollas en muchas recetas. En algunas áreas de Japón, sin embargo, los bulbos se secan y se muelen hasta convertirlos en harina.

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